martes, 29 de abril de 2008

ACERCA DE LA METÁFORA

P. Watzlawick en "El lenguaje del cambio" subraya la existencia de dos formas de concebir la realidad, una lineal y analítica, ligada al lenguaje y a la lógica, al hemisferio izquierdo del cerebro, y otra global y holística orientada a la comprensión unitaria de conjuntos complejos, ligada a la imaginación y al hemisferio cerebral derecho. La metáfora sería un ejemplo de esta segunda forma, o quizá una rápida integración de ambas. Es esta capacidad de totalización y de captación de conjuntos complejos de manera sintética uno de los factores que hacen de cada metáfora un pequeño poema que implica la totalidad del mundo.
Extraido de "La Poesía" de Rafael Núñez Ramos.

lunes, 28 de abril de 2008

LIBROS GRATIS

Aquí tenéis un enlace a un sitio donde se pueden descargar cantidad de libros.

jueves, 24 de abril de 2008

LA MONTAÑA (A.M. Teón)

LA MONTAÑA

— ¿Y dices que te hablan las cosas?
— Sí, me hablan las cosas
— Estarás volviéndote loco
— No te lo tomes literalmente ¿A ti,
la terrible montaña no te dice nada?
¿No te habla?
— No
— Cuando subes a la montaña y
estás allí solo, en aquella
inmensidad ¿no te habla?
— No, sólo se escucha el aire
y el silencio.
— No te lo tomes al pié de la letra.
Cuando estás allí ¿qué sientes?
¿comprendes? ¿qué sientes?
Eso que sientes es lo que te dice
la montaña. A mí me dice que somos
infinitamente pequeños. Tan poca cosa
somos...

RASKOLNIKOV


CIRLOT - Fragmentos de "Diccionario de Símbolos"

Otra analogía: el proceso de la creación, que las teogonías orientales expresan como una multiplicación progresiva que es, en realidad, una división, pues todo proviene de lo Uno, tiene su manifestación analógica en el mito del descuartizamiento de Osiris en Egipto, de Prajapati en la India, de Dioniso en Grecia.
...
La analogía como procedimiento de unificación y de ordenación aparece en el arte, en el mito, en la poesía continuamente. Su presencia delata siempre una fuerza mística en acción, la necesidad de reunir lo disperso.
...
La analogía es tal vez la piedra angular de todo el edificio simbólico.
...
Para Wirth la función esencial de lo simbólico es penetrar en lo desconocido y establecer, paradójicamente, la comunicación con lo incomunicable.

domingo, 20 de abril de 2008

RAP EN EL ORIENTE


Cartel del reciente concierto de varios grupos de rap de la comarca oriental de Asturias

CRISTINA (Reina de la Noche)


sábado, 19 de abril de 2008

ESPERANZA MEDINA (blog de poesía)

Aquí os dejo el enlace al blog de una amiga.

lunes, 14 de abril de 2008

MÚSICA Y MENTE

Entrevista con Oliver Sacks donde habla de la relación entre música y mente. (Publicada en El País el sábado 12 de abril del 2008)

domingo, 13 de abril de 2008

LA CORRESPONDENCIA UNIVERSAL (O. Paz)

La idea de la correspondencia universal es probablemente tan antigua como la sociedad humana. Es explicable: la analogía vuelve habitable al mundo. A la contingencia natural y al accidente opone la regularidad; a la diferencia y la excepción, la semejanza. El mundo ya no es un teatro regido por el azar y el capricho, las fuerzas ciegas de lo imprevisible: lo gobiernan el ritmo y sus repeticiones y conjunciones. Es un teatro hecho de acordes y reuniones en el que todas las excepciones, inclusive la de ser hombre, encuentran su doble y su correspondencia. La analogía es el reino de la palabra como, ese puente verbal que, sin suprimirlas, reconcilia las diferencias y las oposiciones. La analogía aparece lo mismo entre los primitivos que en las grandes civilizaciones del comienzo de la historia, reaparece entre los platónicos y los estoicos de la Antigüedad, se despliega en el mundo medieval y, ramificada en muchas creencias y sectas subterráneas, se convierte desde el Renacimiento en la religión secreta, por decirlo así, de Occidente: cábala, gnosticismo, ocultismo, hermetismo. La historia de la poesía moderna, desde el romanticismo hasta nuestros días, es inseparable de esa corriente de ideas y creencias inspiradas por la analogía.
........................
La analogía es la ciencia de las correspondencias. Sólo que es una ciencia que no vive sino gracias a las diferencias: precisamente porque esto no es aquello, es posible tender un puente entre esto y aquello. El puente es la palabra como o la palabra es: esto es como aquello, esto es aquello. El puente no suprime la distancia: es una mediación; tampoco anula las diferencias: establece una relación en términos distintos. La analogía es la metáfora en la que la alteridad se sueña unidad y la diferencia se proyecta ilusoriamente como identidad. Por la analogía el paisaje confuso de la pluralidad y la heterogeneidad se ordena y se vuelve inteligible; la analogía es la operación por medio de la que, gracias al juego de las semejanzas, aceptamos las diferencias. La analogía no suprime las diferencias: las redime, hace tolerable su existencia. Cada poeta y cada lector es una conciencia solitaria: la analogía es el espejo en que se reflejan. Así pues, la analogía implica, no la unidad del mundo, sino su pluralidad, no la identidad del hombre, sino su división, su perpetuo escindirse de sí mismo. La analogía dice que cada cosa es la metáfora de otra cosa, pero en la esfera de la identidad no hay metáforas: las diferencias se anulan en la unidad y la alteridad desaparece. La palabra como se evapora: el ser idéntico a sí mismo. La poética de la analogía sólo podía nacer en una sociedad fundada —y roída— por la crítica. Al mundo moderno del tiempo lineal y sus infinitas divisiones, al tiempo del cambio y de la historia, la analogía opone, no la imposible unidad, sino la mediación de una metáfora. La analogía es el recurso de la poesía para enfrentarse a la alteridad.

sábado, 12 de abril de 2008

NOVALIS - Fragmento de "El discípulo"

Los seres humanos recorren diferentes caminos. Aquel que emprenda la ruta y los compare, descubrirá formas que pertenecen a una gran escritura cifrada que se encuentra en todas partes: en las alas de las aves, en la cáscara del huevo, en las nubes, en la nieve, en los cristales y en la composición de las rocas, en las aguas que se convierten en hielo, sobre las montañas y alrededor de ellas, en las plantas, en los animales, en los seres humanos, en la luz del cielo, en las láminas de cristal y en las bolas de resina que todos hemos tocado y acariciado, en las limaduras del imán y en los extraños resquicios del azar. Podemos deducir que ahí se encuentra el origen de esa escritura maravillosa, de su gramática. Pero ese presentimiento no toma ninguna forma precisa, más bien rehuye convertirse en el origen. Parece como si un hechizo paralizase el entendimiento de los hombres. Sus deseos, sus pensamientos, no se condensan más de un instante. Sus intuiciones afloran, pero poco después todo vuelve a presentarse inexacto ante sus ojos.

viernes, 11 de abril de 2008

ISLANDIA

Os dejo aquí un vínculo (en el título) a un artículo sobre Islandia que salió en El Pais Semanal, creo que tenemos algo que aprender de ellos.

miércoles, 9 de abril de 2008

QUISIERA SER COLIFLOR (A. M. Teón)

Quisiera ser col y flor y pasar
Volando bajo el puente de tus
Ojos. Defecar un proyectil que se
Hunda en el barro, bucear en
La ciénaga y descender a las
Simas abisales donde peces-luz
Y duendes danzan la borrachera
De la imaginación. Caminar como
Diógenes, lámpara en mano, en
La oscuridad que hay incluso
En el reino de la luz que
Mana de tus ojos.

i comu mi sulvidaré (Clarisse Nicoidski)

i comu mi sulvidaré
di vuestrus ojus pardidus
i comu mi sulvidaré
di las nochis
cuandu lus míus si saravan
i lus vuestrus
si quidavan abiertus
cuandu di spantu
si avrian lus di lus muartus
para darmus esta luz
qui nunca si amató
di:
comu mi sulvidaré

TELARAÑAS CUELGAN DE LA RAZÓN (Cernuda)

Telarañas cuelgan de la razón
En un paisaje de ceniza absorta;
Ha pasado el huracán de amor,
Ya ningún pájaro queda.

Tampoco ninguna hoja,
Todas van lejos, como gotas de agua
De un mar cuando se seca,
Cuando no hay ya lágrimas bastantes,
Porque alguien, cruel como un día de sol en primavera,
Con su sola presencia ha dividido en dos un cuerpo.

Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia,
Aunque siempre nos falte alguno;
Recoger la vida vacía
Y caminar esperando que lentamente se llene,
Si es posible, otra vez, como antes,
De sueños desconocidos y deseos invisibles.

Tú nada sabes de ello,
Tú estás allá, cruel como el día;
El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
Un muro, ¿no comprendes?
Un muro frente al cual estoy solo.

martes, 8 de abril de 2008

DESDICHA (Cernuda)

Un día comprendió cómo sus brazos eran
Solamente de nubes;
Imposible con nubes estrechar hasta el fondo
Un cuerpo, una fortuna.

La fortuna es redonda y cuenta lentamente
Estrellas del estío.
Hacen falta unos brazos seguros como el viento,
Y como el mar un beso.

Pero él con sus labios,
Con sus labios no sabe sino decir palabras;
Palabras hacia el techo,
Palabras hacea el suelo,
Y sus brazos son nubes que transforman la vida
En aire navegable.

UN HOMBRE CON SU AMOR (Cernuda)

Si todo fuera dicho
Y entre tú y yo la cuenta
Se saldara, aún tendría
Con tu cuerpo una deuda.

Pues ¿quién pondría precio
A esta paz, olvidado
En ti, que al fin conocen
Mis labios por tus labios?

En tregua con la vida,
No saber, querer nada,
Ni esperar: tu presencia
Y mi amor. Eso basta.

Tú y mi amor, mientra miro
Dormir tu cuerpo cuando
Amanece. Así mira
Un dios lo que ha creado.

Mas mi amor nada puede
Sin que tu cuerpo acceda:
Él sólo informa un mito
En tu hermosa materia.

ANALOGÍA (O. Paz)

La visión analógica había sido preservada como una idea por las sectas ocultistas, herméticas y libertinas de los siglos XVII y XVIII; los poetas ingleses y alemanes traducen esta idea del “mundo-como-ritmo”, y la traducen literalmente: la “convierten” en ritmo verbal, en poemas. Los filósofos habían pensado al mundo como ritmo; los poetas oyeron ese ritmo. No era el lenguaje de las esferas, aunque ellos lo creían así, sino el de los hombres.
...
El mundo no es un conjunto de cosas, sino de signos: lo que llamamos cosas son palabras. Una montaña es una palabra, un río es otra, un paisaje es una frase. Y todas esas frases están en continuo cambio: la correspondencia universal significa perpetua metamorfosis.
...
Cada poema es una lectura de la realidad; esa lectura es una traducción; esa traducción es una escritura: un volver a cifrar la realidad que se descifra. El poema es el doble del universo: una escritura secreta, un espacio cubierto de jeroglíficos. Escribir un poema es descifrar al universo sólo para cifrarlo de nuevo.
...
El poeta dice, y al decir, hace. Este hacer es sobre todo un hacerse a sí mismo: la poesía no sólo es autoconocimiento sino autocreación.
...
La poesía pensada y vivida como una operación mágica destinada a transmutar la realidad.
(Octavio Paz)

Los dos principios del funcionamiento mental (FREUD)

Los dos principios del funcionamiento mental es un pequeño ensayo de Freud que nos sirve para conocer un poco su pensamiento y para ver cómo se relacionan psicoanálisis y arte.


Hemos advertido hace ya mucho tiempo que toda neurosis tiene la consecuencia de apartar al enfermo de la vida real, extrañándole de la realidad. Este hecho no hubo tampoco de escapar a la observación de P. Janet, el cual nos habla de una pérdida de la fonction du réel, como de un carácter especial de los neuróticos, aunque sin indicarnos el enlace de esta perturbación con las condiciones fundamentales de la neurosis. La introducción del proceso de la represión en la génesis de la neurosis nos ha permitido llegar al conocimiento de tal enlace. El neurótico se aparta de la realidad o de un fragmento de la misma porque se le hace intolerable. Ciertos casos de psicosis alucinatoria, en los cuales ha de ser negado aquel suceso que provocó la demencia (Griesinger), nos presentarán el tipo extremo de este apartamiento de la realidad. Pero todo neurótico se conduce idénticamente con un fragmento de la misma. Se nos plantea, pues, la labor de investigar la trayectoria de la relación del neurótico, y en general de todos los hombres, con la realidad, y acoger así, en el cuerpo de nuestras teorías, la significación psicológica del mundo exterior real. En la psicología basada en el psicoanálisis nos hemos acostumbrado a tomar como punto de partida los procesos anímicos inconscientes, cuyas particularidades nos ha revelado el análisis, y en los que vemos procesos primarios que son residuos de una fase evolutiva en la que eran únicos. No es difícil reconocer la tendencia a que estos procesos primarios obedecen, tendencia a la cual hemos dado el nombre de principio del placer. Tienden a la consecución de placer, y la actividad psíquica se retrae de aquellos actos susceptibles de engendrar displacer (represión). Nuestros sueños nocturnos y nuestra tendencia general a sustraernos a las impresiones penosas son residuos del régimen de este principio y pruebas de su poder.

En la interpretación de los sueños expusimos ya nuestra hipótesis de que el estado de reposo psíquico era perturbado al principio por las exigencias imperiosas de las necesidades internas. En estos casos, lo pensado (lo deseado) quedaba simplemente representado en una alucinación, como hoy sucede con nuestras ideas oníricas. La decepción ante la ausencia de la satisfacción esperada motivó luego el abandono de esta tentativa de satisfacción por medio de alucinaciones, y para sustituirla tuvo que decidirse el aparato psíquico a representar las circunstancias reales del mundo exterior y tender a su modificación real. Con ello quedó introducido un nuevo principio de la actividad psíquica. No se representaba ya lo agradable, sino lo real, aunque fuese desagradable. Esta introducción del principio de la realidad trajo consigo consecuencias importantísimas.


1) Ante todo, las nuevas exigencias impusieron una serie de adaptaciones del aparato psíquico, sobre las cuales no podemos dar sino ligeras indicaciones, pues nuestro conocimiento es aún, en este punto, muy incompleto e inseguro. La mayor importancia adquirida por la realidad externa elevó también la de los órganos sensoriales vueltos hacia el mundo exterior y la de la conciencia, instancia enlazada a ellos, que hubo de comenzar a aprehender ahora las cualidades sensoriales y no tan sólo las de placer y displacer, únicas interesantes hasta entonces. Se constituyó una función especial -la atención-, cuyo cometido consistía en tantear periódicamente el mundo exterior, para que los datos del mismo fueran previamente conocidos en el momento de surgir una necesidad interna inaplazable. Esta actividad sale al encuentro de las impresiones sensoriales en lugar de esperar su aparición. Probablemente se estableció también, al mismo tiempo, un sistema encargado de anotar los resultados de esta actividad periódica de la conciencia, una parte de lo que llamamos memoria. En lugar de la represión que excluía de toda carga psíquica una parte de las representaciones emergentes, como susceptibles de engendrar displacer, surgió el discernimiento, instancia imparcial propuesta a decidir si una representación determinada es verdadera o falsa, esto es, si se halla o no de acuerdo con la realidad, y que lo decide por medio de su comparación con las huellas mnémicas de la realidad.

La descarga motora, que durante el régimen del principio de la realidad había servido para descargar de los incrementos de estímulo el aparato psíquico, y había cumplido esta misión por medio de inervaciones transmitidas al interior del cuerpo (mímica, expresión de los afectos), quedó encargada ahora de una nueva función, siendo empleada para la modificación adecuada de la realidad y transformándose así en acción. El aplazamiento, necesario ahora, de la descarga motora (de la acción) fue encomendado al proceso del pensamiento, surgido de la mera representación. Esta nueva instancia quedó adornada con cualidades que permitieron al aparato anímico soportar el incremento de la tensión de los estímulos durante el aplazamiento de la descarga. Mas para ello se hacía necesaria una transformación de las cargas libremente desplazables en cargas fijas, y esta transformación se consiguió mediante una elevación del nivel de todo el proceso de carga. El pensamiento era, probablemente, en un principio, inconsciente en cuanto iba más allá de la presentación ideativa, y estaba dirigida a las relaciones entre impresiones de objetos, y sólo con su enlace a los restos verbales recibió otras cualidades perceptibles por la conciencia.


2) La tenaz adherencia a las fuentes de placer disponibles y la dificultad de renunciar a ellas parecen constituir una tendencia general de nuestro aparato anímico, tendencia que podríamos atribuir al principio económico del ahorro de energías. Con la instauración del principio de la realidad quedó disociada una cierta actividad mental que permanecía libre de toda confrontación con la realidad y sometida exclusivamente al principio del placer. Esta actividad es el fantasear, que ya se inicia en los juegos infantiles, para continuarse posteriormente como sueños diurnos abandonando la dependencia de los objetos reales.


3) La sustitución del principio del placer por el principio de la realidad, con todas sus consecuencias psíquicas, expuesta aquí esquemáticamente en una única fórmula, no se desarrolla en realidad de una vez, ni tampoco simultáneamente en toda la línea, y mientras los instintos del yo van sufriendo esta evolución, se separan de ellos los instintos sexuales. Estos instintos observan al principio una conducta autoerótica, encuentran su satisfacción en el cuerpo mismo del sujeto, y de este modo no llegan nunca a sufrir la privación impuesta por la instauración del principio de la realidad. Cuando más tarde se inicia en ellos el proceso de la elección de objeto, no tarda en quedar interrumpido por el período de latencia, que retrasa hasta la pubertad el desarrollo sexual. Estos dos factores, autoerotismo y período de latencia, provocan un estacionamiento del desarrollo psíquico del instinto sexual y lo retienen aún por mucho tiempo bajo el dominio del principio del placer, al cual no logra sustraerse nunca en muchos individuos.

A consecuencia de todo esto se establece una relación más estrecha entre el instinto sexual y la fantasía, por un lado, y los instintos del yo y las actividades de la conciencia, por otro. Esta relación se hace muy íntima, tanto en los individuos sanos como en los neuróticos, no obstante ser de naturaleza secundaria, según resulta de estas deducciones de la psicología genética. La acción continuada del autoerotismo permite que la satisfacción en objetos sexuales imaginarios, más fácil y pronto, sea mantenida en sustitución de la satisfacción en objetos reales, más trabajosa y aplazada. La represión se mantiene omnipotente en el terreno de la fantasía y consigue inhibir las representaciones in statu nascendi, antes que puedan ser advertidas por la conciencia, cuando su carga de energía psíquica pudiera provocar displacer. Este es el punto débil de nuestra organización psíquica y puede ser utilizado para someter de nuevo al principio del placer procesos mentales devenidos racionales ya. En consecuencia, uno de los elementos esenciales de la disposición psíquica a la neurosis es engendrado por el retraso en educar al instinto sexual en el respeto a la realidad y por las condiciones que han permitido tal retraso.


4) Así como el yo sometido al principio del placer no puede hacer más que desear, laborar por la adquisición del placer y eludir al displacer, el yo, regido por el principio de la realidad, no necesita hacer más que tender a lo útil y asegurarse contra todo posible daño. En realidad, la sustitución del principio del placer por el principio de la realidad no significa una exclusión del principio del placer, sino tan sólo un afianzamiento del mismo. Se renuncia a un placer momentáneo, de consecuencias inseguras, pero tan sólo para alcanzar por el nuevo camino un placer ulterior y seguro. Pero la impresión endopsíquica de esta sustitución ha sido tan poderosa, que se refleja en un mito religioso especial. La doctrina de que la renuncia -voluntaria o impuesta- a los placeres terrenales tendrá en el más allá su recompensa no es más que la proyección mística de esta transformación psíquica. Siguiendo consecuentemente este modelo, las religiones han podido imponer la renuncia absoluta al placer terrenal contra la promesa de una compensación en una vida futura. Pero no han conseguido derrocar el principio del placer. El mejor medio para ello habrá de ser la ciencia, que ofrece también placer intelectual durante el trabajo y una ventaja práctica final.


5) La educación puede ser descrita como un estímulo al vencimiento del principio del placer y a la sustitución del mismo por el principio de la realidad. Tiende, por tanto, a procurar una ayuda al desarrollo del yo, ofrece una prima de atracción para conseguir este fin el cariño de los educadores, y fracasa ante la seguridad del niño mimado de poseer incondicionalmente tal cariño y no poder perderlo en ningún modo.


6) El arte consigue conciliar ambos principios por su camino peculiar. El artista es, originariamente, un hombre que se aparta de la realidad, porque no se resigna a aceptar la renuncia a la satisfacción de los instintos por ella exigida en primer término, y deja libres en su fantasía sus deseos eróticos y ambiciosos. Pero encuentra el camino de retorno desde este mundo imaginario a la realidad, constituyendo con sus fantasías, merced a dotes especiales, una nueva especie de realidades, admitidas por los demás hombres como valiosas imágenes de la realidad. Llega a ser así realmente, en cierto modo, el héroe, el rey, el creador o el amante que deseaba ser, sin tener que dar el enorme rodeo que supondría la modificación real del mundo exterior a ello conducente. Pero si lo consigue es tan sólo porque los demás hombres entrañan igual insatisfacción ante la renuncia impuesta por la realidad y porque esta satisfacción resultante de la sustitución del principio del placer por el principio de la realidad es por sí misma una parte de la realidad.


7) En tanto que el yo realiza su evolución desde el régimen del principio del placer al del principio de la realidad, los instintos sexuales experimentan aquellas modificaciones que los conducen desde el autoerotismo primitivo, y a través de diversas fases intermedias, al amor objetal, en servicio de la función reproductora. Si es exacto que cada uno de los grados de estas dos trayectorias evolutivas pueden llegar a ser el substrato de una disposición a ulteriores afecciones neuróticas, podremos suponer que la forma de esta neurosis ulterior (la elección de neurosis) dependerá de la fase de la evolución del yo y de la libido en la que haya tenido efecto la inhibición del desarrollo, causa de la disposición. Los caracteres temporales de los dos desarrollos, aún no estudiados, y sus posibles desplazamientos recíprocos, presentan insospechada importancia.


8) El carácter más singular de los procesos inconscientes (reprimidos), carácter al que sólo con gran esfuerzo se acostumbra el investigador, consiste en que la realidad mental queda equiparada en ellos a la realidad exterior, y el mero deseo, al suceso que lo cumple, conforme en un todo al dominio del principio del placer. Por esto resulta tan difícil distinguir las fantasías de los recuerdos emergidos en la conciencia. Pero habremos de guardarnos muy bien de aplicar a los productos psíquicos reprimidos la valoración de la realidad y no conceder beligerancia alguna a las fantasías, en cuanto a la producción de síntomas, por no tratarse de realidades, como igualmente de buscar un origen distinto al sentimiento de culpabilidad, por no encontrar ningún delito real que lo justifique.

Estamos obligados a servirnos de la moneda en curso en el país que exploramos, o sea en nuestro caso, de la moneda neurótica. Inténtese, por ejemplo, hallar la solución del sueño siguiente: un individuo, que había asistido a su padre durante la penosa enfermedad que le llevó a la muerte, relata que durante los meses siguientes al funesto desenlace soñó repetidas veces que su padre se hallaba de nuevo en vida y hablaba con él como de costumbre. Pero al mismo tiempo sentía, con dolorosa intensidad, que su padre había muerto ya, aunque él mismo no lo sabía. El único camino que puede conducirnos a la solución de este sueño es introducir algunas agregaciones a la última frase de su relato en la forma siguiente: ...sentía con dolorosa intensidad que su padre había muerto ya («como él deseaba» o «a consecuencia de su deseo»), aunque él mismo no lo sabía («no sabía que el hijo había tenido tal deseo»). Las ideas latentes del sueño serían entonces las siguientes: constituía para él un recuerdo doloroso haber tenido que desear que la muerte viniera a poner término a los sufrimientos de su padre y hubiera sido terrible que el enfermo se hubiese dado cuenta de ello. Se trata, pues, del conocido caso en que el sujeto se hace a sí mismo los más duros reproches después de la pérdida de una persona querida, y el reproche retrocede en este ejemplo a la significación infantil del deseo de la muerte del padre. Para disculpar los defectos del presente trabajo, más preparatorio que expositivo, no bastará quizá declararlos inevitables. Al referirnos a las consecuencias psíquicas de la adaptación al principio de la realidad hemos tenido que indicar opiniones que hubiéramos preferido reservar aún por algún tiempo, y cuya justificación ha de exigir considerable trabajo. Pero quiero esperar que los lectores benévolos advertirán sin dificultad dónde comienza también en este ensayo el régimen del principio de la realidad.



El interés del psicoanálisis para la Estética.


El psicoanálisis ha logrado resolver también satisfactoriamente algunos de los problemas enlazados al arte y al artista. Otros escapan por completo a su influjo. Reconoce también en el ejercicio del arte una actividad encaminada a la mitigación de deseos insatisfechos, y ello, tanto en el mismo artista creador como luego en el espectador de la obra de arte. Las fuerzas impulsoras del arte son aquellos mismos conflictos que conducen a otros individuos a la neurosis y han movido a la sociedad a la creación de sus instituciones. El problema del origen de la capacidad artística creadora no toca resolverlo a la Psicología. El artista busca, en primer lugar, su propia liberación, y lo consigue comunicando su obra a aquellos que sufren la insatisfacción de iguales deseos. Presenta realizadas sus fantasías; pero si éstas llegaran a constituirse en una obra de arte, es mediante una transformación que mitiga lo repulsivo de tales deseos, encubre el origen personal de los mismos y ofrece a los demás atractivas primas de placer, ateniéndose a normas estéticas. Para el psicoanálisis resulta fácil descubrir, al lado de la parte manifiesta del goce artístico, otra parte latente, mucho más activa, procedente de las fuentes ocultas de la liberación de los instintos. La relación entre las impresiones infantiles y los destinos del artista y sus obras, como reacciones a tales impulsos, constituye uno de los objetos más atractivos de la investigación analítica. Por lo demás, la mayoría de los problemas de la creación y el goce artístico esperan aún ser objeto de una labor que arroje sobre ellos la luz de los descubrimientos analíticos y les señale su puesto en el complicado edificio de las compensaciones de los humanos deseos. A título de realidad convencionalmente reconocida, en la cual, y merced a la ilusión artística, pueden los símbolos y los productos sustitutivos provocar afectos reales, forma el arte un dominio intermedio entre la realidad, que nos niega el cumplimiento de nuestros deseos, y el mundo de la fantasía, que nos procura su satisfacción, un dominio en el que conservan toda su energía las aspiraciones a la omnipotencia de la Humanidad primitiva.

lunes, 7 de abril de 2008

ESTI BLOG

Este blog nace como continuación, o extensión, de la revista digital "El Osu que mató a Favila", que vengo editando desde Enero del 2006. Podéis acceder a los 7 números de la revista en: www.elosuquematoafavila.com Los contenidos de este blog serán similares a los de la revista, quizás un poco más personales, es decir cuestiones de mí interés y de mí gusto; y espero que el de álguien más. Trataré de exponer mis opiniones respecto a los temas que trate, lo que marcará una diferencia con la revista.
También quiero decir que colgaré aquí algunos artículos que ya están en la revista, pero que considero de interés suficiente como para repetirlos aquí.

domingo, 6 de abril de 2008

El Rigüetu empezando a echar la jueya


Cerezal en Pelamoru al atardecer


Poema de Enrique Molina

JUEGO DE ESPEJOS

Una mujer tan secreta y lenta, pero insisto
en descubrir el sol que la nutre y el león que olfatea su nuca, en la sombra,
cuando duerme de bruces,
de modo que escribo con cierta ansiedad
poemas en busca de la hierba tan fresca que brilla en sus besos.

No es fácil
alcanzar la palabra, o captar lo que dice su piel
con su vello dorado, raptada y devuelta por el mar,
cuando yace al sol sobre un toallón carmesí
y las palabras
se hunden en su respiración, o en la frase
donde su cuerpo se tiende en una hamaca
colgada bajo los árboles.
Y está la gente del mercado,
señoras que han adquirido un pollo o una merluza
y marchan hacia el árbol de Navidad, en el cielo.
Juraría
que es mediodía y hace calor, pero todo es sospechoso
en este lugar centelleante.

(Enrique Molina en "Las ínsulas extrañas" de Galaxia Gutenberg)

sábado, 5 de abril de 2008

Poema de Gonzalo Rojas (Chile, 1917)

OSCURIDAD HERMOSA

Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.

(De "Las ínsulas extrañas" de Galaxia Gutenberg)