lunes, 12 de diciembre de 2011

FOTOS Paseando por el Golondrosu


Hoy estuve paseando al atardecer por el Golondrosu, en el título os dejo un enlace a unas fotos que saqué.

domingo, 5 de junio de 2011

viernes, 13 de mayo de 2011

KURT GUSTAV WILCKENS

El superhombre no se puede identificar con una clase social con privilegios que le puedan venir por la tradición o que descansen en su poder social (con la aristocracia, por ejemplo), ni con un grupo definido biológicamente (con una raza) pues los genes no son una garantía de excelencia. Pero lo podemos reconocer a partir de su conducta moral:
1. Rechaza la moral de esclavos: la humildad, la mansedumbre, la prudencia que esconde cobardía, la castidad, la obediencia como sometimiento a una regla exterior, la paciencia consecuencia del sometimiento a un destino o a un mandato, el servilismo, la mezquindad, el rencor.
2. Rechaza la conducta gregaria: detesta la moral del rebaño, la conducta de los que siguen a la mayoría, de los que siguen normas morales ya establecidas; como consecuencia de su capacidad y determinación para crear valores, no los toma prestados de los que la sociedad le ofrece, por lo que su conducta será distinta a la de los demás.
3. Crea valores: los valores morales no existen en mundo trascendente, son invenciones de los seres humanos; pero no todos los hombres los crean, muchos –la mayoría– se encuentran con los valores ya creados por otros, siguen las modas, los estilos vitales vigentes; el primer rasgo del superhombre es precisamente éste: inventa las normas morales a las que él mismo se somete; pero este rasgo no es suficiente para definir al superhombre, pues no vale que cree o invente cualquier valor, además ha de crear valores que sean fieles al mundo de la vida y que le permitan expresar adecuadamente su peculiaridad, su propia personalidad y riqueza.
4. Vive en la finitud: no cree en ninguna realidad trascendente, ni en Dios ni en un destino privilegiado para los seres humanos, una raza, una nación, o un grupo; no cree que la vida tenga un sentido, como no sea el que él mismo le ha dado; acepta la vida en su limitación, no se oculta las dimensiones terribles de la existencia (el sufrimiento, la enfermedad, la muerte), es dionisíaco.
5. Le gusta el riesgo, las nuevas experiencias, los caminos no frecuentados, el enfrentamiento, las pruebas difíciles; no está preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno, pues pone por encima de ellos el desarrollo de su voluntad y de su espíritu; es duro consigo mismo y con los demás, es valiente, no huye del dolor ni de ninguna forma de sufrimiento: sabe que de estas experiencias puede salir enriquecido, puede crecer.
6. Es contrario al igualitarismo: ama la exuberancia de la vida, le gusta desarrollar en él mismo y en los demás aquello que les es más propio; no tiene miedo a la diferencia.
7. Ama la intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor sexual, la belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, generoso, como una muestra de la riqueza de su voluntad.
8. En conclusión: el superhombre es la afirmación enérgica de la vida y el creador y dueño de sí mismo y de su vida, es un espíritu libre.

sábado, 16 de abril de 2011

JOSE ANTONIO MARINA


"Hay que aprender a bailar sobre los propios hombros", decía Nietzsche.
...
Por ser capaz de tan extraordinaria hazaña, he comparado muchas veces la intelegencia humana con el barón de Münchhausen, el protagonista de una antigua novela alemana. Un hombre de muchos recursos, que habiéndose caído una vez en un pantano, se sacó de él a sí mismo y a su caballo tirándose hacia arriba de los pelos.
Del libro "El vuelo de la inteigencia". Ed. DEBOLSILLO.

PESSOA

Mi sentido íntimo predomina de tal manera sobre mis cinco sentidos que veo cosas en esta vida -creo- de modo diferente a otros hombres. Hay para mí -había- un tesoro de significado en una cosa tan ridícula como una llave, un pliegue en la pared, los bigotes de un gato. Hay para mí una plenitud de sugestión espiritual en una gallina con sus pollitos, atravesando la calle con aire pomposo. Hay para mí un significado más profundo del que tienen las lágrimas humanas en el aroma del sándalo, en las viejas latas, en una caja de fósforos caída en el suelo, en dos papeles sucios que, en un día de viento, ruedan y se persiguen calle abajo. Es que la poesía es espanto, admiración, como un ser caído de los cielos, al tomar plena consciencia de su estado, atónito delante de las cosas. Como alguien que conociese el alma de las cosas, y luchase para recordar ese conocimiento, recordando que no era así como las conocía, no sobre aquellas formas y aquellas condiciones, pero no se acuerda de nada más.

SÉNECA

Merecen elogio los hombres que en sí mismos hallaron el ímpetu y subieron en hombros de sí mismos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

OCTAVIO PAZ (De El arco y la lira)

Lo distintivo del hombre no consiste tanto en ser un ente de palabras cuanto en esta posobilidad que tiene de ser "otro". Y porque puede ser otro es ente de palabras. Ellas son uno de los medios que posee para hacerse otro. Sólo que esta posibilidad poética sólo se realiza si damos el salto mortal, es decir, si efectivamente salimos de nosotros mismos y nos entregamos y perdemos en lo "otro". Ahí, en pleno salto, el hombre, suspendido en el abismo, entre el esto y el aquello, por un instante fulgurante es esto y aquello, lo que fue y lo que será, vida y muerte, en un serse que es un pleno ser, una plenitud presente. El hombre ya es todo lo que quería ser: roca, mujer, ave, los otros hombres y los otros seres. Es imagen, nupcias de los contrarios, poema diciéndose a sí mismo. Es, en fin, la imagen del hombre encarnando en el hombre.

miércoles, 23 de febrero de 2011

NIETZSCHE (De El Anticristo)

¿Qué es bueno? - Todo lo que eleva el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre.
¿Qué es malo? - Todo lo que procede de la debilidad.
¿Que es felicidad? - El sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia queda superada.
No apaciguamiento, sino más poder; no paz ante todo sino lucha; no virtud, sino vigor...

sábado, 5 de febrero de 2011

REXROTH

Por amor de Dios, despójate de tus vestidos y
métete en la cama.
No vamos a vivir eternamente.
Los pétalos se caen de la rosa,
también nosotros nos caemos de la vida.

martes, 25 de enero de 2011

K. REXROTH: Erotismo, Misticismo y Revolución

En el título os dejo un enlace a tal artículo

El hombre maduro vive de forma tranquila, hace el bien discretamente, asume de forma personal la responsabilidad de sus acciones, se comporta con amabilidad y cortesía y evita hacer daño a los demás, algo que, por otra parte, encuentra aburrido.

K. REXROTH SOBRE LA VIDA

La vida no es otra cosa que una gran broma, pero sólo los valientes pueden saborearla.

domingo, 9 de enero de 2011

Fotos de Jaime Uyarra

En el título os dejo un enlace a unas fotos de Jaime, un hermano de una amiga mía: Edith

sábado, 8 de enero de 2011

Del Talmud

Si yo no soy para mí mismo, ¿quién será
para mi?
Si yo no soy para mí solamente, ¿quien
soy yo?
Y si no ahora, ¿cuándo?
—Refranes del Talmud.
MISNAH ABAT

Spinoza

Fácilmente veremos cuál es la diferencia entre un hombre que es conducido sólo por un afecto o por una opinión y uno que es guiado por la razón. Yo llamo al primero un esclavo, pero al último un hombre libre.

Sobre la Libertad

No te di, Adán, ni un puesto determinado ni un
aspecto propio ni función alguna que te fuera peculiar,
con el fin de que aquel puesto, aquel aspecto,
aquella función por los que te decidieras, los obtengas
y conserves según tu deseo y designio. La naturaleza
limitada de los otros se halla determinada por las
leyes que yo he dictado. La tuya, tú mismo la determinarás
sin estar limitado por barrera ninguna, por tu
propia voluntad, en cuyas manos te he confiado. Te
puse en el centro del mundo con el fin de que pudieras
observar desde allí todo lo que existe en el mundo.
No te hice ni celestial ni terrenal, ni mortal ni inmortal,
con el fin de que —casi libre y soberano artífice
de tí mismo— te plasmaras y te esculpieras en
la forma que te hubieras elegido. Podrás degenerar
hacia las cosas inferiores que son los brutos; podrás
—de acuerdo con la decisión de tu voluntad— regenerarte
hacia las cosas superiores que son divinas. Pico
DELLA MIRÁNDOLA, Oratio de hominis dignitate.